Google y los altavoces que escuchaban demasiado

Cada vez lo recuerdo menos gente pero, en sus principios, el motto de Google era Don’t be evil. Años después, con la constitución de Alphabet, el famoso No seas malo se cambió por Do the right thing (Haz lo correcto), si bien ambas frases, al menos en la opinión popular, han ido desdibujándose y cada vez están menos presentes en las políticas seguidas por la empresa del buscador. Y es que todo cambia cuando pasas de ser una joven, innovadora y prometedora start-up, a convertirte en una de las tecnológicas más poderosas del planeta.

Y así, ocurre que una acción, sea intencionada o accidental, normalmente siempre será interpretada con la peor de las lecturas, sin dar ni el más mínimo margen a la otra posibilidad. Que, ojo, no estoy diciendo que sea el caso, en realidad se lo mismo al respecto que el 99,9999999% de la población, es decir, nada en absoluto. Solo que Google ha estado «fisgando» en la intimidad de algunos hogares y, claro, cuando digo fisgar es porque lo ha hecho sin el consentimiento de sus propietarios.

Esta historia comienza o, mejor dicho, trasciende, cuando un usuario recibe, en su smartphone, una notificación en la que se le informa que hay un problema doméstico: un detector de humo ha dejado de funcionar, activando una alarma que lo indica. Y esto sería estupendo, de no ser porque dicho dispositivo no cuenta con dicha función. Es más, ni siquiera se trata de un dispositivo inteligente, es un detector normal y corriente.

Y entonces, ¿cuál era el origen de aquel aviso misterioso en el móvil? Pues un altavoz inteligente equipado con el asistente de voz de Google. Y es que según informa HackRead, algunos altavoces habrían estado capturando «sin querer» sonidos no vocales. Y sí, digo varios altavoces porque, tras una primera alerta en Reddit, otros usuarios empezaron a publicar mensajes afirmando que les habían ocurrido cosas parecidas.

¿Y qué es lo que estaba ocurriendo? Pues que Google había activado, por error según la compañía, una función que solo está disponible para suscriptores de pago, el servicio Google Nest Aware Home Security. Un servicio cuya misión es precisamente esa, permanecer atento a todos los sonidos del entorno, y alertar al usuario ante aquellos que considera críticos, como una alarma de humo o un cristal roto. Y, en caso de detectar alguno, envía un aviso a la app Home.

El problema, según ha afirmado Google, es que en una actualización de software esta función se activó, por error, en usuarios que no tienen contratado este servicio. Y, honestamente, me lo puedo creer, porque al final se trata de un servicio interesante, y que en condiciones controladas hasta me podría plantear usar. El problema es que este tipo de fallos tienen cierta tendencia a comprometer la privacidad de los usuarios, y eso, como mínimo, genera sospechas. Sospechas que, es una pena, pero pueden ensuciar la imagen de un servicio que puede resultar muy interesante.

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