EncroChat ha caído gracias a una operación conjunta de las agencias policiales europeas y británicas, y que ha permitido detener recientemente a cientos de presuntos narcotraficantes y otros delincuentes. ¿Y cómo ha sido posible tal éxito policial? Pues con un operación consistente en hackear una red global de comunicaciones cifrada, empleada por delincuentes de todo el mundo para planear operaciones relacionadas con drogas, lavado de dinero, extorsiones e incluso asesinatos.
Denominada EncroChat, la aplicación de comunicación cifrada y secreta se obtenía exclusivamente adquiriendo un smartphone basado en Android personalizado, que la incluye preinstalada, y que tiene desactivadas las funciones de GPS, cámara y micrófono del sistema operativo (no así las de determinadas aplicaciones que sí que pueden acceder al micrófono), con el fin evidente de mantener el anonimato y la seguridad de los delincuentes que la emplean.
Los teléfonos EncroChat tienen como objetivo intercambiar datos y mensajes de forma segura mediante un conjunto de aplicaciones preinstaladas para mensajería instantánea segura, llamadas VOIP, mensajes que se eliminan automáticamente tras haber sido leídos o en un plazo determinado e, incluso, una función de «autodestrucción», que permite a sus usuarios, en caso de emergencia, borrar todo el contenido del dispositivo a través de la red, sin necesidad de tener acceso físico al dispositivo.
Los delincuentes que querían emplear EncroChat debían adquirir el terminal por entre 1.600 y 1.700 euros, que incluían además el uso ilimitado de los servicios durante seis meses. Durante la compra, claro, los compradores no debían identificarse de modo alguno, si bien, claro, para poder adquirir el terminar era necesario saber dónde hacerlo, y evidentemente no hablamos de una red de distribuidores que se anunciara públicamente.
¿Y cómo ha caído EncroChat? Pues porque la red de comunicaciones cifrada resultó no ser tan segura como sus administradores y usuarios pensaban, algo que se ha tradujo en que, en una operación conjunta, los cuerpos policiales de Francia y Holanda lograron hackear la red y, de esta manera, tener acceso en tiempo real a las comunicaciones que se mantenían a través de la misma. Tras concluir las pesquisas y preparar el operativo, las autoridades cerraron ayer los servidores y arrestaron a 746 sospechosos, entre ellos dos agentes de la ley.
En la operación se incautaron cerca de 60 millones de euros, 77 armas de fuego, incluyendo un fusil de asalto AK47, ametralladoras, pistolas, cuatro granadas y más de 1.800 proyectiles, más de dos toneladas de medicamentos, más de 28 millones de pastillas de Etizolam (una variante del Valium) producidas en un laboratorio ilegal, 55 coches de gama alta y 73 relojes de lujo. Más importante aún, en la operación, con la caída de EncroChat, se pudieron evitar más de 200 acciones encaminadas a secuestrar y/asesinar a delincuentes y miembros de bandas enfrentados entre sí.
Comunicados oficiales: National Crime Agency, Europol y Metropolitan Police
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