El coronavirus está haciendo, al tiempo, aflorar lo mejor y lo peor del género humano. Y es que, de manera simultánea, estamos viendo al mundo científico dar lo mejor de sí mismos (como hacen siempre, por otra parte, solo que sin contar con el foco mediático) en una carrera contrarreloj. También estamos viendo una sociedad que, en su mayoría, está respondiendo de la mejor manera posible y unos profesionales, de todos los campos, demostrando estar a la altura de las circunstancias.
Desgraciadamente, como decía, también estamos viendo la parte más desagradable, y es que basta con dar un ojo a las últimas noticias relacionadas con el coronavirus para comprobar que los ciberdelincuentes no dudan en intentar sacar partido de las circunstancias que estamos viviendo para intentar salirse con las suyas. Y según informa hoy el británico The Guardian, las instituciones académicas y de investigación están en el punto de mira de múltiples campañas de ciberespionaje.
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El origen de dicha información es el Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) británico, entidad que afirma que si bien este tipo de ataques no son nuevos, sí que han detectado un incremento en las tentativas de ciberespionaje que tiene como objetivo centros universitarios y de investigación, tanto públicos como privados. El objetivo de dichos ataques es más que evidente: acceder de manera ilícita a la información y los estudios que se están realizando en relación con el coronavirus, así como a los resultados de los mismos.
En cuanto al origen de los ataques, parece existir consenso entre los expertos: Irán, Rusia y posiblemente China se encontrarían tras estas acciones. Acciones que, según las mismas fuentes, hasta el momento habrían fracasado en su totalidad. Algo que puede tener su explicación en el hecho de que muchas de las entidades que están sufriendo esta campaña de ataques están trabajando estrechamente con el NCSC.
Ésta rapidez en la respuesta, sin duda, se debe a que desde los primeros días del coronavirus, los expertos en seguridad fueron conscientes de que las investigaciones que se llevaran a cabo con respecto al virus serían, sin duda, un objetivo preferente para algunas campañas de ciberespionaje. Tanto es así, que el secretario de salud, Matt Hancock, firmó una directiva que otorga al GCHQ (Government Communications Headquarters), el servicio de inteligencia británico, acceso y supervisión a la red de TI del NHS, el servicio nacional de salud.
Aunque no se han publicado otras noticias a este respecto, cuesta poco deducir que los ataques a centros en los que se está investigando el coronavirus no se circunscriben a Reino Unido. Podemos dar por seguro que instituciones y empresas de investigación están siendo atacadas, por lo que es de vital importancia que, si no lo han hecho todavía, tomen de inmediato cuantas medidas sean necesarias para proteger sus activos de investigación. Y es que, en caso contrario, son muchas las posibilidades de que acaben en malas manos.
Fuente:https://www.muyseguridad.net